Hace unos días, caminando rumbo a mi casa, me encontré con un sujeto un tanto extraño; iba vestido con saco y corbata, pantalones de mezclilla, huaraches y una linda boina algo sucia y vieja. Al prender su cigarro noté que fumaba a través de una concha de mar, pensé que era algo muy original. Despues de un rato me di cuenta que ibamos para el mismo camino, así es que me decidí a hacerle la platica. Le dije que por que una concha de mar, y pues me dijo que tenía algunos conocimientos acerca de biología, que las conchas despues de ser abandonadas por el molusco que las habita, estan llenas de recovecos y espirales en su interior, y que por eso eran un filtro natural. La platica continuo, me dijo que Dios tiene una persona predestinada para cada uno de nosotros, que espere a la persona adecuada. Hablando de las carreras, me dijo que el sabía un poco de todo: pintura, música, etc. aunque no había terminado la carrera de derecho. Despues de caminar un rato, tomamos caminos diferentes, me aconsejo que nunca fumara y pues (no se por que...) le dije que cuantos años tenía, le calculé unos 38, tenía 52. En su cara se notaba una paz interior tal, que me sentí tranquila como si fuera mi amigo de años. Me aconsejó que confiara en Cristo, pues gracias a él, había aprendido a disfrutar la vida.
Me quede pensando que tal vez todos los seres humanos necesitamos algo que nos aliente, un "señor" (sin decir nombres) que nos de esperanza para seguir viviendo en este mundo podrido.
Y pues... les dejo una rolita