sábado, 2 de julio de 2011

Generación Harry Potter


Independientemente de que sean fans de Harry Potter o no, la historia es un fenómeno mundial que ha cambiado la vida de mucha gente. Pronto la última parte de esta saga que comenzó en un café de Inglaterra en 1997, estará en los cines y la magia para muchos habrá terminado, pero HP es una historia que ha marcado a toda una generación, que hemos crecido junto con el joven mago, y vivido sus aventuras como si fueran las nuestras. Pero no es el único factor con el que crecimos que ha marcado nuestra forma de ser actual.
Para todos los que nacimos entre 1992-1994, nos encontramos en una brecha generacional, es decir, somos la frontera entre la generación Y y la generación Z. La Wikipedia se refiere a la generanión Y como: las personas nacidas entre 1982 y 1993, en donde la economía mundial, los avances tecnológicos y las mejoras a los servicios de salud prosperaban rápidamente. Hubo un auge en todo tipo de negocios. Los niños que nacieron durante estos tiempos, financieramente seguros, vivían confortablemente. Este estilo de vida los hace ver, de cierto modo, apáticos y conformistas. Experimentamos el surgimiento de varias tribus urbanas, la liberación gay, y una serie de transformaciones tecnológicas: del beta al VHS y al DVD; del walkman de casette al mp3 etc. El metal, rock, punk y pop predominan en sus gustos musicales.
Mientras tanto, la generación Z es la de aquellos nacidos de 1994 al 2003, también llamada la generación silenciosa o nativos digitales, a diferencia de los anteriores, ésta generación nació junto con la tecnología, por lo que desde temprana edad ya pueden usar internet, celulares, mp3, incluso la tecnología 3D les pertenece. Son testigos del surgimiento de las redes sociales. Al parecer están muy bien conectados, pero esto los lleva a alejarse del contacto humano, a olvidarse de la familia y los valores. Muchos de ellos son huraños, tiránicos con sus mayores, narcisistas y egoístas. Viven en un mundo de consumo y apariencias. La famosa serie de Nick i-Carly ilustra perfectamente a esta generación.
Y bien , ¿qué pasa con los que nos encontramos en el limbo de ambas generaciones? Tenemos características de los Y y de los Z pero no logramos pertenecer por completo a una sola generación. Socialmente, los que ahora estamos en la edad “emerging adult” (término referido a aquellos entre 17 y 23 años de edad) presentamos una gran variabilidad, por lo que es difícil enfrascarnos en una definición general. Sin embargo, algo que nos une es que desde pequeños fuimos bombardeados con la industria del entretenimiento. Las historias con las que crecimos nos hacen sentirnos diferentes, especiales, como si no perteneciéramos a este monótono y aburrido mundo de muggles,y desemboca en una gran frustración, Aunque Harry Potter es lo que mejor lo ejemplifica, también hay otros elementos, pues si bien no eras aceptado en Howarts, podrias emprender una aventura como maestro pokémon, convertirte en un típico superhéroe de Marvel, o convertirte en una estrella de rock o pop. El chiste de esto es sentirse especial, único y diferente. Y es este sentimiento de sobresalir lo que nos da una fuerte ventaja frente a las otras generaciones: el fuerte sentimiento que querer cambiar al mundo, ideas buenas y novedosas. Debido a la serie de cambios que hemos pasado en nuestras vidas, tenemos una mente más abierta y muy pocas veces nos estancamos en una sola cosa, lo que nos hace adaptables a los cambios.
Sin embargo, como emerging adults, tenemos grandes dificultades para comenzar una vida adulta, pues nos encontramos ante un grandísimo abanico de posibilidades como para optar por una sola.
Todos llevamos ese sentimiento de sobresalir, pero si de verdad queremos hacerlo, debemos enfrentar la apatía y conformismo de los Y y educar mejor a los Z , sacarlos de su egoísmo y hacerles ver nuevas cosas. La saga termina el próximo 14 de Julio, pero lo que nos ha dejado, es muy grande. Mas allá de “convertir a los jóvenes a la lectura” (frase por demás gastada), ha marcado a toda una generación. Somos la Generación Harry Potter, grandes expectativas, buenas ideas y cierto desdén hacia el mundo muggle que nos rodea.

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